miércoles, 16 de diciembre de 2009

LA MAYORÌA NO ES LA SUMA

(O de cómo el progresismo puede ganarle a la derecha)

1. Las votaciones del 13 de diciembre están referidas a dos ámbitos institucionales: la Presidencia de la República y el Congreso.
En lo que respecta a la votación presidencial ésta tuvo un doble carácter: por una parte fue la primera vuelta de la elección de Presidente de la República; por otra, se resolvió electoralmente la primaria del progresismo. Eduardo Frei se impuso como uno de los dos contendores para la segunda vuelta, y a la vez se transformó en la única opción válida para representar el progresismo político.

2. El primer aporte histórico de la Concertación –entonces “Comando por el No” - fue lograr para Chile un sistema político democrático. Las elecciones libres son una garantía de la democracia, y periódicamente, cuando éstas tienen lugar, ocurre la renovación del cargo de Presidente, correspondiéndole desempeñar esta responsabilidad al candidato o candidata triunfante. La derecha ahora usufructúa de la democracia como antes lo hizo de la dictadura. Pero nosotros –las y los demócratas de este país- establecimos y hemos sostenido un régimen político que permite que las fuerzas de gobierno o de la oposición puedan legítimamente aspirar a conducir los destinos del país.

3. El candidato de la derecha argumentó en primera vuelta, y repetirá lo mismo ahora, que será un futuro gobernante de unidad nacional, situado en el perfecto equilibrio entre mantener lo bueno y cambiar lo malo.

Si ganase Piñera –en segunda vuelta- nuestra democracia no se va a desfondar. No es el retorno al régimen dictatorial, si bien unos cuantos que hoy militan en la derecha política apoyaron activamente el gobierno autocrático. Con todo si llegara a ganar sí sería un retroceso o una pérdida para la consolidación en Chile de un Estado democrático con protección social y enfoque de derechos, libertades culturales y participación ciudadana.

4. El progresismo tiene el imperativo ético y político de ganar la elección presidencial en su segunda vuelta.

5. La afirmación de que da lo mismo quién gobierne –Piñera o Frei- en espera de tener una nueva alternativa o alguna carta mejor para el 2014, es una afirmación temeraria. Los más afectados por un supuesto de este tipo son aquellos sectores de la ciudadanía que sufrirán directamente la imposición de un modelo de desigualdad social y restricción de derechos con populismo de mercado y apoyo mediático. En este esquema la tesis de dejar pasar esta vuelta y esperar el 2014 además de irresponsable puede ser una ilusión imposible.

6. El progresismo político tiene la oportunidad, con Eduardo Frei, de obtener un triunfo sobre la derecha piñerista el 17 de enero. Lo anterior exige una nueva mirada de la realidad política.

7. La idea de que la suma de votos de los no-piñeristas alcanza para ganarle al candidato de la derecha es cierta para una aritmética electoral lineal pero es incierta si se considera el contexto político. Para que de verdad la suma de porcentajes se convierta en una mayoría política real, que se imponga en las elecciones, el progresismo tiene que darse un contexto político distinto al actual.

8. La iniciativa tiene que venir de Eduardo Frei. Sólo él puede iniciar un movimiento que resignifique los resultados del 13 de diciembre, entregándole el protagonismo necesario para levantarse como el verdadero líder capaz de conducir los destinos del país, de cara al Bicentenario, con una propuesta progresista y moderna. Sin embargo, este movimiento no se completará si el conjunto de los actores progresistas no se hacen parte de este cambio. Esta es la causa a la que debe invitar Eduardo Frei.

9. El primer paso es admitir que el progresismo en Chile se manifestó en tres corrientes políticas distintas: la Concertación, Juntos Podemos y el sector de Marco Enríquez-Ominami (El Copihue). Estas corrientes no se disolvieron con el término de la primera vuelta. Sería un error pensar que se trata de tocar un silbato y salir a cazar votos individuales de Marco, o que el electorado que lo apoyó no guarda una adhesión simbólica, pero real, con su candidato del 13 de diciembre. También es un error creer que el voto arratista es seguro, y que sólo basta conducirlo ordenadamente al redil de la Concertación.

El “marquismo” y el “arratismo” tienen tanta dignidad y amor propio como el “freísmo”.

10. La alternativa a la derecha debe construirse como una síntesis dialéctica de los actores del progresismo. Para ganar las elecciones, y luego, para gobernar el país.
El tiempo es breve; el horizonte amplio.

Plan de Acción 13/12/2009 al 17/01/2010

1) Constituir ya, a nivel de corrientes políticas, una Convergencia Progresista, en la que se reúnan, sin disolverse, la Concertación, el sector que apoyó a Marco Enríquez y el Juntos Podemos.

2) Proclamar a Frei como el candidato de la Concertación que representa a la Convergencia Progresista.

3) Constituir un Comando Político de la Convergencia Progresista formado según la siguiente composición:
i. Concertación
ii. Copihue
iii. Juntos Podemos
4) Alentar la formación de una Red Ciudadana del Progresismo
Esta es una red virtual y/o asociativa.

Se debe constituir autónomamente y coordinarse directamente con el Comando Político de la Convergencia Progresista.

5) Convocar (debe hacerlo el comando de la Convergencia Progresista) a una Convención del Progresismo (a comienzos de enero) cuyo propósito sea establecer los Acuerdos Mínimos del Progresismo para el Gobierno 2010-2014.

El número de delegados a esta Convención debe ser proporcional a los apoyos obtenidos por las tres candidaturas progresistas el 13 de Diciembre de 2009.

6) Convocar (debe hacerlo el Comando de la Convergencia Progresista con el apoyo de la Red Ciudadana del Progresismo) a una Cumbre Progresista.

La Cumbre es una reunión masiva de la ciudadanía progresista que tiene lugar en el centro de Santiago en el lugar y ocasión del cierre de campaña de Eduardo Frei.

Desde luego, se deben realizar Cumbres Regionales en Chile y Cumbres Regionales fuera del país con los chilenos que viven en el exterior.

11. Realizada la elección y obtenido el triunfo del Candidato Eduardo Frei, se abren tres escenarios, no excluyentes, para el progresismo chileno:

a. Participar del nuevo gobierno.

b. Ir a una elaboración participativa entre los diferentes actores ciudadanos de un Compromiso Histórico del Progresismo, con las transformaciones profundas que Chile necesita emprender en su Bicentenario.

c. Participar conjuntamente el año 2013 en una primaria progresista (se requiere aprobar una Ley Electoral de Primarias) donde cada ciudadano/a es un voto y donde postulen como precandidatos representantes de la Concertación, el Copihue, Juntos Podemos y regionalistas independientes.

12. Corolario
Las y los ciudadanos progresistas del país no podrían entender que reuniendo el Progresismo una suma de votos mayor que la derecha no seamos capaces de convertir esa suma en una nueva mayoría.

Comité de Iniciativa
MAYORÍA PROGRESISTA
Santiago, 15 de Diciembre de 2009
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